Un hombre de 39 años de edad fue descubierto, en las afueras de Londres, accediendo a la red inalámbrica de un vecino desde su automóvil en el barrio de Chiswick. La policia le llevó a comisaría presentándole cargos de robo de conexión informática, pero quedó en libertad tras pagar una fianza y será llevado a juicio el próximo mes de octubre según una ley promulgada hace cuatro años (2003) en la que contempla la posibilidad de juzgar a quienes consigan acceder a Internet de forma ilegítima como es en este caso.
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