La Fiscalía rusa ha anunciado que el descarrilamiento de un tren, anoche, en Rusia fue obra de los terroristas. Al menos 39 personas perdieron la vida y en torno a un centenar resultaron heridas. Los investigadores han hallado los restos de una bomba.
Antes de la confirmación de esta tesis, un responsable de la compañía ferroviaria nacional explicaba que había razones objetivas para pensar en esta opción, pero que sería la investigación la que determinara las causas.
El tren, que cubría la ruta Moscú-San Petersburgo con unas 660 personas a bordo, descarriló cerca de la ciudad de Bologoye. La explosión se produjo bajo los últimos vagones. Fuentes de la investigación han hallado un cráter de un metro de diámetro en el lugar del suceso. Antes de salirse de las vías, se oyó un fuerte estallido.
Los equipos de socorro continúan las labores de rescate, por lo que la cifra de víctimas podría aumentar. Una quincena de personas podrían encontrarse entre el amasijo de hierros de los vagones.
La catástrofe, registrada en uno de los principales ejes ferroviarios de Rusia, causó fuertes perturbaciones. Unos 27.000 pasajeros se vieron afectados.
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