Según los datos oficiales ofrecidos por RENFE, entre estas 2 ciudades solo se movieron 13.500 viajeros durante el primer mes de funcionamiento de este servicio, unos 615 al día. Si se tiene en cuenta toda la línea, que llega hasta A Coruña, la media de pasajeros en un día laborable se eleva a 709, una media que aún así arroja un balance de 71 pasajeros en cada uno de los trenes AVANT, que tienen capacidad para 280 personas. El AVE entre Ourense y Santiago solo cubre un 25% de sus plazas. Esto implica que 2 o 3 vagones circularon completamente vacíos.
Esta línea no está cumpliendo las expectativas fijadas por la propia RENFE. Su objetivo era de 400.000 viajeros al año entre Santiago y Ourense. Si continúa esta tendencia al final de año no se superarían los 162.000 usuarios, solo un 40% de lo previsto. RENFE justifica que el primer mes de funcionamiento de este AVE ha coincidido con el periodo navideño y muchos de los potenciales usuarios del servicio, funcionarios y estudiantes, se encontraban de vacaciones.
En total, desde A Coruña hasta Ourense, el número de viajeros asciende a 20.400. En concreto, hubo 13.500 que viajaron entre Santiago y Ourense, otros 5.570 cogieron billete para A Coruña-Ourense y solo unos 1.200 utilizaron el AVANT entre A Coruña y Santiago. La razón de que el número de viajeros entre A Coruña y Santiago sea tan bajo es que están unidas por un tren TRD, que circula por las vías del AVE, y que a pesar de que tarda 5min más en su recorrido resulta más económico que el AVANT.
RENFE destaca que desde la puesta en marcha del AVANT el número de personas que usan el tren se ha disparado, pasando de los 1.800 viajeros mensuales que usaban los servicios convencionales a los 13.500 que moviliza ahora el AVANT, aunque tras este incremento también se esconde que con la puesta en marcha de la Alta Velocidad se han duplicado las frecuencias diarias.
El AVE entre Santiago y Ourense es un desierto de sillones vacíos. Apenas un 15% de ocupación en alguna de las frecuencias es el saldo que arroja esta línea.
Entre los escasos usuarios la mayoría son viajeros habituales que viven en una ciudad y se trasladan a trabajar a otra. En su mayoría son funcionarios y estudiantes. Una de las pocas ocasiones en las que el tren se llena coincide con la marcha de universitarios a Santiago el lunes por la mañana y con su regreso el viernes al mediodía.
Foto | Renfe Operadora y Avalia_2011 en Flickr
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